SALINAS Y ARENALES DE SAN PEDRO
Agua, sal y arena confluyen creando un oasis de vida al norte del hormigón. Un refugio para las aves, un paraíso natural; allá donde termina la pradera, brota vida en un mar de arena*
*La presencia de Posidonia oceánica en la playa no es suciedad sino síntoma de vida. Sus restos ayudan a mantener la arena y sirven de sustento para muchos crustáceos y aves.